Joaquín Roldán Pascual. In Memoriam
14/02/2023
El pasado domingo 12 de febrero fallecía en su casa de Santa Cruz de Tenerife, donde llevaba residiendo ya varios años, nuestro compañero Joaquín Roldán Pascual, colegiado número 1.940. En sus más de 55 años de colegiación efectiva, participó activamente en la vida del COAM.
Nacido en Segovia el 23 de julio de 1940, origen del que siempre hacía gala, se tituló como arquitecto en la Escuela de Madrid en 1967, incorporándose más tarde al Ayuntamiento de Madrid, donde llegó a ser jefe de Patrimonio. Bajo sucesivos y diferentes gobiernos municipales, dirigió la recuperación de la Casa de la Panadería de la Plaza Mayor, las restauraciones de la zona de alcaldía y salones de la Casa de Cisneros y la Ermita de San Antonio de la Florida, las rehabilitaciones del Colegio de San Ildefonso, de la capilla del Museo de Historia, el Monumento a Alfonso XII del Retiro y del Pabellón Florida de la Escuela Madrileña de Cerámica, así como la reestructuración del Palacio de O`Reilly para oficinas municipales. Fue, asimismo, un experto en arquitectura escolar, realizando ampliaciones de colegios, como el Claudio Moyano o el San Pablo; rehabilitaciones, entre los que se encuentran el de La Paloma, y de nueva planta, como el CP Francisco de Luis, el Juan de la Cierva o el Jaime Balmes, entre otros.
En sus más de 55 años de colegiación efectiva, Joaquín Roldán participó activamente en la vida del COAM como miembro del Comité de Depuración Profesional, de la Junta de Gobierno y de la Junta de Representantes, así como representante del COAM en la Asamblea del Colegio Superior de Colegios de Arquitectos de España. Tuvo, asimismo, una fuerte relación con la Fundación Arquitectura COAM, la Biblioteca y el Servicio Histórico, cuya recuperación apoyó en 2002 y al que donó una serie de dibujos de varios proyectos de gran interés para su archivo.
La Junta de Gobierno del COAM y el Patronato de la Fundación Arquitectura COAM se unen al dolor de la familia, su mujer, Ana María Martín, y sus hijos Ana y Juan Roldán Martín, también arquitecto colegiado 15.162.
A continuación publicamos unas palabras de Amparo Berlinches y Javier Mosteiro:
Adiós a Joaquín Roldán Pascual
Ayer, 12 de febrero, murió nuestro compañero Joaquín Roldán. La enfermedad nos lo había apartado hace tiempo y sólo podíamos saber de él a través de su mujer —nuestra admirable Ana— y de su hijo Juan, arquitecto también. Y ese forzado e interminable silencio, lo más contrario a su ser —hablador enjundioso y lúcido y divertido y entusiasta como era—, se nos ha convertido ya en otra substancia: en un vivo, inmortal recuerdo.
Nuestro trato más intenso con él —literalmente cotidiano— fue cuando coincidimos en la Junta de Gobierno del COAM que, a caballo del cambio de siglo, presidiera Fernando Chueca. Ahí, en la histórica Sala de Juntas de Barquillo 12, descubrimos al colegiado de sorprendente responsabilidad, entregado a todos los asuntos que nos llegaban, los que le resultaban más cercanos y aun los más distantes de sus intereses; al profesional culto, con criterio y con autoridad; al arquitecto municipal acorde con la grandeza y función pública que ese título tenía; al brillante discutidor y al conversador —ya lo hemos dicho— fuera de serie; a uno de los mejores dibujantes que hemos llegado a conocer.
Ahí descubrimos también, de repente, como regalo del destino, una de las más fuertes y fieles amistades en nuestra vida. Y se nos reveló con él, con su inteligencia, algo que desde entonces no hemos querido olvidar y que esta tarde de tristeza evocamos: que la inteligencia conduce —debe conducir— a la bondad. Chimo Roldán, el amigo esencialmente inteligente, el amigo esencialmente bueno, que, tras un largo silencio, se nos acaba de ir; pero que todavía nos habla.
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