1.- Llevar a la práctica todo lo establecido en la Ley de Calidad de la Arquitectura: fines, respeto de los criterios que determinan la calidad arquitectónica y cumplimiento de las medidas para que los poderes públicos preserven, fomenten y divulguen la calidad arquitectónica. Desarrollar el Reglamento de la Ley. Establecer el Consejo sobre la Calidad de la Arquitectura.
Considerar en todas las actuaciones de la administración en relación con la arquitectura que esta es declarada de interés general por la Ley de la Calidad de la Arquitectura, y por tanto debe ser objeto de protección, fomento y difusión por parte de todos los poderes públicos.
2.- Para mejorar la protección al consumidor y dar respuesta a la necesidad de contar con una arquitectura de calidad se pide la introducción de los mecanismos legales que permitan a la administración establecer baremos orientativos y honorarios mínimos para todas las profesiones afectadas por el ámbito de la Ley de Ordenación de la Edificación.
3.- Para mejorar la calidad de la arquitectura pública se pide que se establezcan las modificaciones legales necesarias para que los concursos de proyectos sean el medio para la realización de todos los procesos de ideación arquitectónica. Los concursos serán abiertos, con requisitos técnicos y económicos proporcionados, sin bajas económicas y con una base económica establecida según honorarios mínimos acordes con el esfuerzo y la responsabilidad que comporta proyectar arquitectura de calidad. Los concursos serán exclusivamente de proyecto y dirección de obra.
4.- La producción de normativa que afecte al sector profesional de la arquitectura debe ser racional, evitando el exceso normativo e incluso reduciendo el existente. Eliminar barreras administrativas para favorecer la gestión del sector de la edificación y el urbanismo sin suprimir garantías para el ciudadano ni trasladar responsabilidades propias de la administración a los profesionales.
5.- Fomentar y proteger el patrimonio arquitectónico histórico y contemporáneo, mediante campañas de difusión y formación, apoyo a los trabajos académicos y de divulgación relacionados con el patrimonio, introducción en planes de estudio de todos los niveles educativos, ayudas y subvenciones a los propietarios de bienes catalogados, impulso de los cambios normativos que faciliten la gestión del patrimonio, así como dotar de medios a todas las comisiones y organismos dedicados a la protección del patrimonio. Se cuidará especialmente el patrimonio arquitectónico contemporáneo aún no suficientemente protegido ni difundido.
6.- Se pide promover la rehabilitación, con un enfoque de rehabilitación integrada, mediante la aportación de fondos económicos en modo de subvenciones suficientes como para continuar la necesaria puesta al día de un parque inmobiliario hoy envejecido.
7.- Desde la administración se debe promover e incentivar la cultura del mantenimiento y la conservación de la edificación como el mejor medio para asegurar el buen estado de los edificios y el ahorro económico que supone el cuidado permanente de los inmuebles. Se promoverá, mediante difusión y cambios normativos, la figura de los profesionales legalmente competentes como técnicos conservadores de los edificios.
8.- Impulsar el urbanismo y la arquitectura desde la óptica de la calidad, respetando los criterios establecidos para conseguirla en la Ley de Calidad de la Arquitectura, así como a partir del criterio de sostenibilidad económica, medioambiental y social.
9.- Defender el derecho a una vivienda de calidad para todos los españoles, impulsando para ello los cambios normativos y las medidas de impulso económico necesarias. En todas las contrataciones públicas se deberá cumplir el artículo 1.3 de la Ley de Contratos del Sector Público en el sentido de facilitar el acceso a la contratación pública de las pequeñas y medianas empresas, evitando por tanto que esas contrataciones queden monopolizadas por las estructuras empresariales de gran tamaño.
10.- Apoyar la formación de los arquitectos desde las Escuelas de Arquitectura dotándolas a estas de los medios económicos y humanos necesarios para conseguir un alto nivel de formación de los profesionales. Apoyar a los colegios de arquitectos en su labor de formación continua de los colegiados. Promover la educación y la formación en el ámbito de la arquitectura, en la educación primaria y secundaria.
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