< Volver
Discurso de la Decano Belén Hermida para la moción de censura
24/06/2020
Muchas gracias a la Junta de Edad por su disponibilidad y compromiso con la institución. Hubiera preferido llamar a todos en otras circunstancias, por ejemplo, para celebrar juntos el nonagésimo aniversario del COAM que es inminente. Lamento mucho que hayáis tenido que salir de casa por este motivo tan inoportuno y en plena pandemia. Por nuestra parte, intentaremos que la sesión sea lo más corta posible.
Como cuestión previa tengo que subrayar una pirueta del destino, ya que en esta Junta de Edad está presente Ricardo Aroca, quien también fue blanco de todas las furias colegiales el 26 de marzo del 1976, como miembro de la junta de Vázquez de Castro la cual se sometió por iniciativa propia a una moción de confianza que perdió, entonces las mociones de censura no eran estatutariamente posibles. Sin embargo, 45 años después, D. Ricardo Aroca ocupa hoy un lugar prominente en esta mesa. Me lo decía ayer cuando salíamos del Patronato de la Fundación, con la ironía que le caracteriza, decía además que hoy está aquí como el único cargo que le faltaba por ocupar en el COAM porque ya los ha ocupado casi todos, como posible tesorero.
Recuerdo de memoria al menos dos cargos directivos más, miembros en otras juntas de gobierno, que también fueron expulsados de las mismas. También recuerdo a un decano y a un tesorero más recientes que fueron reprobados por su junta de representantes. Todo eso debe entenderse dentro de la normalidad democrática.
Sin más preámbulos, entramos en el fondo de la cuestión. Hoy en el informe de la decano no voy a hablar ni un minuto de nuestra gestión, aunque se proyectarán de fondo algunas imágenes al respecto. Para mayor información, tenéis el informe que hemos enviado con fecha de 22 de junio a todos los colegiados. Pido expresamente a la mesa que el INFORME COAM Estado actual de la Institución a junio de 2020, elaborado por esta Junta de Gobierno, se adjunte íntegramente al acta de esta sesión.
Os guste o no, ese informe de 115 páginas es el espejo en el que se refleja el COAM a día de hoy. Ese informe recoge solo una parte de lo que hemos hecho desde que tomamos posesión de nuestros cargos: el trabajo relativo a la gestión interna iniciado y en parte ejecutado, a pesar de todos los impedimentos, insultos varios y otros comportamientos incalificables que hemos sufrido por parte de algunos de los aquí presentes.
Lo primero que tengo que afirmar con rotundidad, es que esta Junta de Gobierno tiene toda la legitimidad que nos dan los estatutos y que nos dieron las urnas. Los que entraron y salieron de ella a lo largo de este año lo han hecho libremente y sus decisiones son similares a las de otros miembros en otras juntas y están encuadradas dentro de la normalidad del marco estatutario. Empeñarse en convertir estos hechos en algo extraordinario es insólito.
Lo segundo que tengo que decir para que también quede constancia es que esta Junta de Gobierno ha demostrado una lealtad institucional por encima de cualquier duda. Para nosotros, embarcarnos en este proyecto, en paralelo a nuestra actividad profesional propia, suponía devolver a la profesión parte de lo que hemos disfrutado y tenido el privilegio de vivir, académica y profesionalmente. Hemos dedicado mucha ilusión, muchas horas, mucho esfuerzo a este proyecto y estamos perplejos por la respuesta recibida, antes de cumplirse un año de nuestra toma de posesión, nos encontramos con una moción de censura.
Hoy no se pone realmente en cuestión la gestión de esta junta de gobierno por más que el texto que lo motiva aspire a apuntar en ese sentido, aquí lo que se debate y se escenifica es el desconcierto, la frustración y la incapacidad de un colectivo para gestionar sus propias limitaciones.
Los que habéis puesto al colegio en esta situación, explicádselo a los colegiados. El coronavirus es una contingencia, pero no es sustancia. Lo sustancial es el horizonte temporal de una institución moribunda, con un potencial enorme desaprovechado, que agoniza por el egoísmo de unos pocos. Yo me he reunido periódicamente en Decanato con muchos colegiados anónimos, elegidos aleatoriamente por sorteo para hablar de sus preocupaciones. Soy la decano que les ha dado voz y un espacio donde expresarse libremente, de compañero de profesión a compañero de profesión, escuchando sus necesidades, sus propuestas, abriéndoles el colegio, SU colegio. Ellos son el verdadero pulso del colegio y de la profesión y no algunos de vosotros, cuyo interés es perpetuarse en el cargo año tras año.
¿Qué habrá hecho esta Junta de Gobierno en tan poco tiempo para que vuestras reacciones hayan sido tan viscerales, desproporcionadas y faltas de respeto? Especial saña y hostigamiento se dedica a diario a esta decano, atreviéndose incluso a decirme como tengo que llamarme, todo ello aderezado con insultos pronunciados con una osadía y una falsa impunidad que solo provocan vergüenza ajena.
Por eso mismo quiero señalar un dato, que no es menor: ni uno solo de los 53 representantes firmantes ha tenido la deferencia de llamarme previamente a la presentación de esta moción, tampoco lo ha hecho ninguna cabeza de los grupos firmantes, ninguno ha considerado necesario el hacer estas cosas como se deben hacer, de frente. Todo eso dice muy poco de vosotros.
Una de las razones principales para llegar hasta el día de hoy es precisamente ver vuestros ojos desde este atril. Pongo ahora sobre la mesa las cinco ideas que quiero destacar:
- ESTAMOS DE ACUERDO EN MUCHO MÁS DE LO QUE ESTAMOS EN CONTRA, es importante que lo sepan los colegiados. En la gestión del cambio, hay un momento en el que se requiere un período de transición. Llevamos muchos años oyendo a muchos representantes que estoy viendo en esta sala, que hace falta un colegio más austero y eficaz y nosotros estamos precisamente trabajando en ello, en dar forma a un colegio para los profesionales y la profesión, para liderar y acompañar, y para eso tenemos que tirar todos en la misma dirección. Este trabajo que estamos haciendo ahora es un trabajo que no luce, que no vende, que crea tensiones pero que había que hacer: todos los que estamos aquí, lo sabemos. Lo lleváis todos en vuestros programas electorales. ¿Cómo creéis que se gestiona el cambio, sin que nadie se entere? Hay que reducir costes y tomar decisiones muy dolorosas que nadie quiere asumir y que muchos bloquean porque sí y sin proponer alternativas viables, instalados en la resistencia más destructiva.
- VIENE POR DELANTE LA PEOR COYUNTURA ECONÓMICA QUE HAYAMOS VISTO, mucho peor que la crisis de 2008, un erial a efectos de trabajo, un período complicadísimo para todos en general y para la profesión en particular. No es el momento de dejar al COAM sin un gobierno elegido por los colegiados, no es momento para estar 6 meses a verlas venir, nosotros como junta de gobierno en situación transitoria - con una junta de edad a la espera de asumir o no esta situación - con muchos proyectos importantes en marcha. Esto no puede ser una dificultad añadida a lo que va a suponer para la profesión lo que viene y lo que ya estamos viviendo.
- Una cosa que quiero dejar meridianamente clara: NOSOTROS NO HEMOS VENIDO AQUÍ A LEVANTAR ALFOMBRAS, NOS LAS HAN DEJADO LEVANTADAS NUESTROS PREDECESORES EN EL CARGO. Yo sé que muchos de los que estáis aquí sois gente como nosotros y que, si os hubierais encontrado en nuestra situación, habríais hecho exactamente lo mismo, y lo sabéis. No podéis escandalizaros ahora por algo por lo que han estado luchando tantos años todos los colegiados a quienes, como nosotros, tenéis la obligación y responsabilidad de representar y defender sus intereses.
- AQUÍ NO ESTAMOS A TÍTULO PERSONAL, ESTAMOS EN ACTO DE SERVICIO PÚBLICO. Miradme a los ojos para que vea cómo habéis podido firmar esta moción de censura. Afirmaciones como, y cito textualmente, “incapacidad manifiesta para gobernar, dejación de sus obligaciones y falta de diligencia, limitaciones de capacidad y eficacia de los miembros de Junta de Gobierno, caos de administración y gestión, falta de propuestas y soluciones coherentes y eficaces, ninguna explicación contable y presupuestaria, pésima administración, inacción, desmantelamiento de servicios fundamentales,” todo ello y más, solamente en los cuatro primeros párrafos de la motivación de la moción de censura. Entiendo que todos y cada uno de vosotros, los 53 representantes que habéis avalado esta moción con vuestra firma estáis en grado de demostrar y defender con DATOS, no con suposiciones e interpretaciones varias, estas afirmaciones que habéis hecho vuestras. Doy por descontado que para hacerlo con fundamento, tendréis que haber leído detenidamente nuestro informe de gestión, para contrastar datos y poder votar hoy en consecuencia. Aunque la votación sea en principio secreta, aprovecho para invitar a que manifestéis públicamente el sentido de vuestro voto, dada la trascendencia del mismo. Ratificar esas acusaciones a esta Junta de Gobierno y a su gestión en el nombre de otros - de los colegiados - debe hacerse a cara descubierta, como por otra parte se hace hasta en el Congreso.
- Y por último, una reflexión. TODOS sabemos que luce mucho más un QUIJOTE que un SANCHO PANZA, pero en la época que nos viene por delante, hace mucha más falta el pragmatismo de los Sanchos que los duelos imaginarios de los Quijotes de La Mancha.
Y ahora lo creo que procede es leer las CONCLUSIONES del informe de gestión que hemos enviado a todos los colegiados:
De la lectura de NUESTRO informe, se hace evidente que el COAM necesita ser refundado, y que este trabajo tiene que arrancar desde sus cimientos estatutarios y llegar hasta la imagen que de él se proyecta a la sociedad y a sus colegiados. En este proceso deben ser analizadas y saneadas sus estructuras de ingresos y gastos, la calidad de los servicios que se prestan y el cómo nos relacionamos entre profesionales.
La situación no admite más parches, el colegio, está completamente politizado y polarizado. El nivel de desafección de los colegiados y de los no colegiados es enorme y la sociedad se cuestiona, cada vez más, su utilidad y su coste.
El necesario control a la acción de la Junta de Gobierno se ha pervertido hasta el punto de que a ésta se le exigen responsabilidades sobre cuestiones sobre las que antes y después se le niegan las competencias. Se promueve una moción de censura sin necesidad de proponer una alternativa, en base a unos estatutos que os habilita a permanecer en el cargo de representantes independientemente del resultado final de la misma.
Los costes de mantener la “máquina colegial” en marcha limitan la capacidad de actuación de una entidad que maneja un presupuesto de más de 10 millones de euros, de los que una parte muy significativa son gastos fijos.
La transformación digital, superada en otros ámbitos e instituciones, se percibe como una amenaza al “statu quo” más que como una oportunidad para mejorar.
La figura del arquitecto, sus competencias, su marco de actuación, son atacados desde dentro y fuera de la profesión, tratando de hacer ver que la participación de este en el proceso edificatorio, es un trámite a extinguir.
La relación entre el COAM y la FUNDACIÓN ARQUITECTURA que tantas alegrías produjo en el pasado es fuente constante de malas noticias.
El visado, otrora un sinónimo de calidad y reconocimiento, es cada día más un mero trámite administrativo, sobre cuya continuidad pende la espada de Damocles de la CNMC.
Las publicaciones, las exposiciones, los ciclos, los concursos, la formación, siguen representando a unos pocos, unos pocos que se resisten a que esta situación cambie.
Esta sociedad y esta profesión, viven momentos críticos y es, en este instante en el que se están “negociando” con todos los agentes las soluciones para reactivar el sector y la economía en el corto plazo...., cuando una mayoría de la Junta de Representantes decide, en pleno Estado de Alarma y en unos de los momentos más críticos de las últimas décadas, una moción de censura que, lejos de solucionar nada, agudizará más los problemas que ahogan al COAM.
El colegio necesita ser refundando, y ningún interés particular, ninguna resistencia interna o externa, lo pueden impedir. Seremos nosotros, o serán otros, los que tengan que afrontarlos, pero es evidente que los retos están ahí y negarlos, maquillarlos u ocultarlos solo contribuirán a hacerlos más grandes y difíciles de solucionar.
No puedo cerrar mi discurso sin agradecer el gran esfuerzo de todos los trabajadores del COAM en los últimos meses, esta Junta de Gobierno esta muy orgullosa de la gestión responsable del Comité de Contingencia en un momento tan difícil para todos, para empleados y colegiados.
Y para terminar, debo nombrar a toda mi Junta de Gobierno. Toda mi admiración profesional y personal para el vicedecano Ignacio Luengo, desde el primer momento ha sido y es un apoyo fundamental e incondicional, juntos hemos superado momentos difíciles en el COAM y en la Fundación. Lo mismo puedo afirmar de Juan Cueto, Teresa Sánchez de Lerín, Francisco Domouso, Israel Alba y Joaquín Pérez-Goicoechea: todos ellos me han demostrado una integridad, honradez, generosidad, inteligencia y capacidad de trabajo inagotables y sobre todo, una lealtad por encima de toda duda.
Estoy muy agradecida y muy orgullosa de este equipo de gobierno.
Gracias por vuestra atención.