Etapa 1981-1986

Entroncando con el periodo precedente, los nuevos directores persiguen imbuir a la revista de “un acento más culto y universitario, pero sin perder de vista lo valores de crónica profesional y de eclecticismo que habían alumbrado los mejores años de la dirección de Carlos de Miguel.” Con una mirada liberal y ecléctica, cuya única tendencia estilística fuera la calidad, la revista “cuidó la aparición de ensayos y críticas de alto interés, de informar del extranjero, y, naturalmente, de hacer la doble crónica profesional y vanguardista.” Se trataba, en resumen, de mantener los aciertos y los mejores aspectos de la revista dirigida por Junquera y Pérez Pita a la vez que se recuperaban algunas de las mejores características de aquella primera y larga etapa que arrancó en 1959 y se cerró en 1973.


Se defiende el interés por lo nacional, por la difusión de los autores y sus obras, primando a las nuevas generaciones de arquitectos españoles y las obras construidas, máxime cuando las revistas extranjeras más destacadas manifestaban su interés creciente por nuestra arquitectura, y todo ello sin empecer “una ajustada selección de lo internacional”, trasladando a los colegiados al corazón de los más representativos debates del exterior.